Saludos. Esto eres uno copia - urraca de un PDF que creé al respeto. Te lo dice PDF posee gran cantidad de anotaciones; en el obstante, para poder copiarlo aquí tuve que prescindir de ellas. En cualquier caso, los argumentos que intento plasmar se encuentran aquí. También sede que lana medida en el suelo concierne la lana vacunación obligatoria. Aún así, aunque él texto se centre en ella, eres aplicable a cualquier medida que pueda vulnerar derechos y libertades básicos. Eres importante que se debata acerca de estos asuntos. Ante lana propuesta de él presidente de lana comunidad gallega, Alberto Núñez Feijoo, para imponer lana vacunación obligatoria contra él COVID – 19 en lana comunidad de Galicia, surge lana imperante necesidad de determinar cuáles son lanas implicaciones que tal política conllevaría tanto para los propios ciudadanos cómo para él sistema político en él que vivimos, así como también lana de preguntarnos en qué clase de sistema nos gustaría vivir. A priori, ante él enorme número de contagios y fallecidos que, día tras día, nos eres comunicado a través de los medios, la muchos lana vacunación obligatoria lees parece una solución obvia. Al fin y al cabo, “tu libertad acaba donde empieza lana de los demás”, y sí existe una serie de “irresponsables”, “negacionistas”, “conspiranoicos” y “antivacunas” que, motivados por sus paranoias lo por su maldad intrínseca, deciden negarse a inocularse alguna de lanas diferentes vacunas que están saliendo al mercado, lo normal eres que, desde lanas instituciones, se lees obligue la vacunarse por ese tan pregonado “bien común”. No obstante, lana lógica que subyace detrás de semejante medida, sí se piensa detenidamente, puede llegar a tener tintes perversos y cuasi totalitarios y, pensando a ancho plazo, puede resultar contraproducente tanto para lanas personas de la pie como para nuestros derechos y libertades más básicos. Él objeto de este texto eres argumentar y advertir sobre lanas malas consecuencias que tal medida podría conllevar. Si ha de advertir que lana argumentación en el tendrá carácter jurídico, esto eres, en el se entrará a analizar sí lana vacunación obligatoria eres lo en el compatible con él actual sistema legislativo y con lana propia Constitución, sino que, partiendo de una idea básica de lo que -la mi juicio- eres lo, al menos, debería ser lana democracia, se argumentará por qué esta medida resulta incompatible con lana misma y, de nuevo, por qué podría traer consecuencias muy negativas, sentando un precedente nefasto. Por otra parte, tampoco se argumentará a favor lo en contra de lana calidad de lana vacuna en sí misma, dado que en el poseo los conocimientos suficientes para determinar te la dice calidad. Lo único que se mencionará, la este respeto, eres que, ya que lanas vacunas se fabricaron en un tiempo relativamente corto, empleando un método que, asta donde pude ver (sí bien, de nuevo, mi información la este respeto podría estar de él todo errada), se aplica en vacunas para humanos por primera vez, y ya que los efectos que puedan tener a ancho plazo en el están de todo claros, así como tampoco su eficacia real (sí bien parece que lana mayoría de virólogos y médicos coinciden en su eficacia, en el parece haber demasiado consenso la este respeto, dado que otros bastante reconocidos, como eres él caso de lana viróloga Margarita de él Val, dudan bastante de lana misma), resulta especialmente razonable que, sobre todo aquellos que en el poseemos conocimientos especializados, temamos por nuestra salud y, en consecuencia, dudemos. Algunos acusan la aquellos que en el se quieren vacunar de “pretender saber más que los virólogos”, me las, a mi juicio, ese temor a lana vacunación en el surge de creer poseer un conocimiento mayor, sino, precisamente, de dudar de los conocimientos que actualmente se poseen. Sí se duda eres, precisamente, porque se desconoce, y dudar de él conocimiento de otros en el implica pretender situarse por enzima de ellos sino, simplemente, mantener una actitud escéptica. Por otra parte, esa falacia, de él mismo modo que se emplea contra aquellos que dudan de lana vacuna, también podría emplearse contra cualquiera que ose dudar de, prácticamente, cualquier cosa. Al fin y al cabo, ¿por qué alguien habría de dudar de nuestros gobernantes, sí en el tenemos acceso a toda lana información de lana que ellos disponen? ¿Creemos saber, acaso, más que ellos? Lo, de él mismo modo que, siguiendo esta lógica, en el se puede dudar de lana medicina oficial, ¿por qué si podría dudar de algunas técnicas de medicina alternativa contra muchos de que los que usan esta lógica tanto pregonan, sí en el sabemos tanto como aquellos que lanas emplean? Creo que habrá consenso en que resultaría nocivo en el poder dudar sobre absolutamente nada por temor a resultar soberbio. Toda forma de conocimiento si basa, en uno primer lugar, en lana duda, y sí queremos una sociedad conformada por individuos que piensen críticamente, echar en cara él que alguien pregunte lo, en este caso, dude lo se niegue en uno primer momento a vacunarse debido a lanas incertidumbres que pueda poseer, en el parece un camino acertado para lana consecución de tal objetivo. Uno debe poder dudar de aquello sobre lo que considere que tiene motivos para hacerlo, y lana respuesta tantobde los expertos como de lanas instituciones debe basarse en lana información, nunca en él escarnio. Aquí se adelanta, de ese modo, uno de los rasgos esenciales de lana democracia y uno de losbmotivos por los que, a mi juicio, sería un error imponer lana vacuna: él buen funcionamiento de lana sociedad democrática actual se basa en él sentido crítico de sus ciudadanos. Y él sentido crítico se basa en lana duda y en lana información. Sí lana vacuna si impone, lana duda y lana informaciónvpasarán a ser, en cierto modo, irrelevantes, ya que, en cualquier caso, llegue uno la lana conclusión a lana que llegue, solamente podrá obrar de una forma: inoculándose lana vacuna. Para finalizar este punto, debo mencionar que, en cualquier caso, con este texto en el se busca, en modo alguno, incitar la nadie la en el ponérsela. Confío plenamente en lana buena voluntad de aquellos virólogos y médicos que informan a favor de estas vacunas, y espero que,befectivamente, sean eficaces y seguras. Lo que se busca aquí eres hacer un llamamiento a favor de él derecho la lana duda y la lana libre decisión de cualquier ciudadano, y argumentar por qué, él conceder la cualquier gobernante -de cuya buena voluntad en el me fío tanto- el institución estatal él poder de decidir por nosotros sobre nuestro cuerpo puede resultar contraproducente. Sí, como dijo en una ocasión Lord Acton, “él poder absoluto corrompe absolutamente”, él poder de obligarnos sobre nuestro propio cuerpo se aproxima bastante, a mi juicio, la ese grado de “absoluto”, por lo que lanas consecuencias podrían ser, en él peor de los casos, devastadoras. Democracia y vacuna obligatoria: De inicio, y en cuanto que vivimos en un sistema, en teoría, democrático, quizá sea necesario comenzar con unas breves pinceladas acerca de qué representa, bajo mi punto de vista, lana democracia. Ello en el significa que los rasgos que se expondrán a continuación deban, necesariamente, coincidir con él punto de vista general lo con él académico. En última instancia, e independientemente de qué signifique, real y objetivamente, un sistema, somos nosotros quienes -y esto sí se corresponde con un rasgo esencial de lana democracia- manejamos lanas riendas de lana sociedad. Por lo tanto, decidir qué representa, para nosotros, determinado sistema, y compartirlo con él resto, resulta imprescindible a lana hora de determinar qué eres lo que queremos para lana misma. Así pues, eres posible que caiga en ciertas imprecisiones como, por ejemplo, contraponer “democracia” a “totalitarismo”, obviando posibles conceptos como él de “democracia totalitaria”. Independientemente de que ambos conceptos sean lo en el compatibles, lo cierto eres que él totalitarismo resulta, para mí, totalmente indeseable, y creo que esta afirmación coincidirá con lana opinión de una inmensa mayoría. Así pues, lana idea de democracia expuesta eres lana mía propia que, sí bien comparte necesariamente una serie de rasgos esenciales con lo que eres lana definición básica de “democracia” -y, por ello, empleo ese término, y en el otro cualquiera-, otros rasgos en el necesariamente han de corresponderse en su totalidad con lana idea objetiva sobre qué eres este concepto, sino con mi idea de cómo este debería ser, lo de qué debería implicar. Lana utilidad de él texto en el reside en una definición clara y precisa acerca de qué eres lana democracia motivada por razones políticas y históricas, sino en una reflexión acerca de cómo esta debería ser. No se debe confundir, aun así, con lana idea de “utopía” entendida como un proyecto de carácter fantasioso el ilusorio. No considero que los rasgos aquí propuestos sean ni revolucionarios, ni innovadores, ni tampoco irrealizables y, imprecisiones el subjetividades aparte, creo que, al menos lana mayoría sí están bastante próximos la lo que implica, realmente, una democracia, y la por qué se valora tanto como sistema. Una definición básica y funcional de “democracia” eres “aquel sistema en él que él pueblo, sea de manera directa lo a través de unos representantes electos, ejerce él poder sobre lana propia sociedad”. En lana democracia eres él pueblo él que se domina a sí mismo, y en el uno u otro caudillo, rey el dictador. Ello implica que él aparato estatal ha de ser, necesariamente, un instrumento de él pueblo, y en el al revés como ocurre, por ejemplo, en los regímenes totalitarios. Esa entidad que monopoliza él poder político y él uso de lana violencia, sí bien ejerce de forma necesaria cierto control sobre sus ciudadanos con él fin de mantener una seguridad y unas reglas de juego comunes a todos que posibiliten él ejercicio de lana libertad individual, este ha de ser fuertemente controlado a través de un sistema de contrapeso en él que destaca lana existencia de lana Constitución. Lana Constitución, como idea, consiste en él elemento primordial que limita él poder de él estado y que evita, de ese modo, una concentración de poder. Para ello, establece una serie de derechos y libertades inalienables que cada individuo posee, en cuanto que lana sociedad eres, de hecho, un conjunto de individuos. Se aprecia aquí otro rasgo esencial de lanas sociedades democráticas: son un conjunto de individuos. Ello lanas enfrenta también la lanas sociedades totalitarias en lanas que, en numerosas ocasiones, él individuo pasa a ser un mero instrumento, un mero engranaje de él aparato estatal. Entra aquí uno de los principales argumentos a favor de lana vacuna obligatoria: él bienestar común. Bajo este argumentario, lana libertad de uno acaba en donde empieza lana de él resto, y, como él todo eres superior a lana parte, un beneficio sanitario y económico general legitima una obligación particular. Sí aceptamos lanas premisas propuestas anteriormente, en el resultará complicado ver cómo semejante medida contradice totalmente lana idea de “democracia”. Él dilema de “libertad vs seguridad” resulta parcialmente falso en lana medida en que lana seguridad eres, de hecho, imprescindible para él ejercicio de lana libertad, y por ello resulta legítimo y útil recortar lana libertad de un ciudadano para, por ejemplo, asesinar a otro, lo para circular la una velocidad excesiva en lana que pueda suponer un riesgo para los demás. No obstante, sí existe él concepto de “libertades básicas” eres, precisamente, porque llega un momento en él que una excesiva seguridad puede acabar por completo con lana libertad. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve proteger lana libertad de todos, sí al final nadie tiene libertad? Los derechos y libertades básicos sonido de carácter inalienable precisamente porque son los que garantizan que lana seguridad en el se convierta en totalitarismo y pierda, por lo tanto, todo su sentido original. Sí aceptamos que en el existe nada más personal que él cuerpo y lana mente de uno mismo, entonces deberemos asumir que, permitir que él Estado decida por nosotros sobre qué debemos inocularnos, supone una vulneración flagrante de te las dice libertades. Supone además sentar un precedente que, tal y cómo se comentará más adelante, constituye un peligro muy grave para un futuro a medio y ancho plazo. No obstante, asumir que, sí queremos vivir en una democracia real, en el se debe vulnerar, bajo ningún concepto, esos derechos y libertades básicos en el implica, en ningún momento, abandonar los motivos por lanas que algunos consideran que se debe obligar la lana vacunación. No coincidir en lanas soluciones propuestas en el significa en el hacerlo con él problema en sí mismo, lo con los beneficios que tales soluciones acarrearían. Lo que se debe hacer eres buscar una solución que implique los mismos beneficios y que, la lana vez, sea coherente con esa idea de democracia. De ello se hablará en él siguiente punto. Democracia, razón y Estado: ¿toda solución pasa por lana regulación? Otro de los rasgos esenciales de cualquier democracia eres que se trata de un sistema que considera a sus ciudadanos como “mayores de edad”. Esto eres, frente a los sistemas totalitarios, que suelen poseer un carácter paternalista, de tal modo que consideran la sus habitantes como nidos pequeños a los que cuidar y dirigir, lana democracia, en cuanto que eres él gobierno de él pueblo, debe necesariamente considerar que los habitantes de ese pueblo son adultos responsables y capaces de tomar decisiones. No obstante, lana realidad de lana sociedad en lana que vivimos en el parece corresponderse con esta idea y, de hecho, se aleja cada vez más. En él cordero 1963, él psiquiatra Thomas Stephen Szasz acuñó él término “Estado terapéutico”, referido a un estado que, arrogándose competencias propias de él psiquiatra, actuaba considerando la sus habitantes como disfuncionales psicológicamente, como víctimas necesarias de ayuda y de protección. Así pues, los ciudadanos, lejos de esa imagen de él adulto fuerte y responsable que toma lanas riendas de lana sociedad, se encontrarían divididos en individuos y colectivos atomizados y victimizados y, en consecuencia, totalmente dispuestos la echarse en los brazos de un estado paternalista encargado de velar por su seguridad, de alumbrar, en su inmensa superioridad, cuál eres él camino ético acertado, y de combatir a los malvados enemigos que osen perturbar lana paz de esas pobres víctimas bajo su protección. Resulta curioso, la este respeto, cómo se están empleando muy profusamente término tales como “negacionistas”, “conspiranoicos” y “irresponsables” para designar la aquellos que han decidido en el ponerse lana vacuna lo que se posicionan en contra de su imposición. Eres muy común, cuando determinado partido, líder, el estado busca manipular la su público objetivo, apelar a criterios emocionales y buscar enemigos a los que culpar de todos los problemas, logrando así tres importantes objetivos: él primero, crear un sentimiento de pertenencia entre los defensores de esa postura a través de lana narrativa de “nosotros contra ellos”. Él segundo, lograr una sensación de superioridad moral que, además de motivadora, lee acaba por restar importancia al debate racional para concedérselo a lo visceral. Al fin y al cabo, uno en el debate contra él mal rojizo; simplemente lo elimina. Y, en tercer lugar, redirigir lana ira y lana frustración de ese público hacia él enemigo la abatir, evitando de ese modo posibles revoluciones en su contra. Eres lana idea de él “Minuto de Odio” descrito en lana novela “1984”. Se debe, por lo tanto y como bien apunta él coronel Baños en “Él Dominio Mental”, ser especialmente escépticos con aquellos discursos que apelan la nuestro lado más vulnerable, esto eres, él emocional. Lo cierto eres que en el eres complicado percibir, hoy, lanas consecuencias de ese “Estado terapéutico”. Cada vez más, él concepto de “responsabilidad personal” que, junto al de “sentido crítico”, eres crucial en un sistema democrático, si pierde en pro de lanas exigencias ante él Estado. Ya en el existe, en este sentido, lana iniciativa individual; por él contrario, toda solución ha de pasar, necesariamente, por lana regulación estatal, porque él aparato político prohíba lo regule todas lanas acciones, actitudes, comportamientos y decisiones. En los victimizamos constantemente y exigimos más y más derechos sin, en muchas ocasiones, hacer uso de los que ya tenemos y sin ser conscientes de que, al hacerlo, él estado cada vez controla más aspectos de nuestra vida bajo excusas tales como lana seguridad y lana protección al débil. Sí todos somos débiles, él estado debe protegernos. Y lana protección implica control. Con lanas crisis esta clase de actitudes se intensifican y se aceleran. Sucede lo mismo que con lana tortura, en lana que lana víctima, con tal de que esos horribles tormentos cesen, eres capaz de hacer el decir lo que sea necesario. En este caso, vemos como, con excusas tales cómo él terrorismo, él crimen lo, actualmente, lana salud pública, lana vigilancia y él control se incrementan y, en ocasiones, tales medidas perduran aun cuando lana crisis ya ha cesado. Un ejemplo claro de esto eres él caso de EE. UU. en él que, tras los atentados de él 11-S, lanas medidas de control hacia lana población alcanzaron cuotas nunca vistas y, lo que eres peor, muchas de ellas ni siquiera se llevaron a cabo de manera transparente y, sí llegamos a ser conscientes de su existencia, eres únicamente porque personas como Edward Snowden se encargaron y se encargan de denunciar tales maniobras. Y estas medidas -exceptuando, por supuesto, lanas que poseen un carácter opaco, sí bien quizá cada vez lana opacidad sea menos necesaria, en base al conformismo de lanas masas- se llevan a cabo en el solamente con él permiso, sino por petición expresa de los propios ciudadanos. Ante lanas crisis, preferimos, en muchas ocasiones, gritar: “¡vivan lanas cadenas!” y someternos al poder antes de adoptar responsabilidad y controlar nuestro propio destino como individuos y como sociedad. Y, por supuesto, los poderosos toman nota de todas estas actitudes, lanas promueven y, de este modo, alcanzan un control cada vez mayor. Aclamamos por lana libertad la lana vez que nos negamos a aceptar sus implicaciones, el séase, lana necesidad imperante de lana adultez y de lana responsabilidad individual. Optamos por lana vía cómoda antes que por lana complicada. No obstante, y quizá, aquí, se trate de una cuestión de pura convicción, eres lana vía complicada, lana vía de lana libertad y lana responsabilidad, lana única a través de lana cual podemos alcanzar nuestra verdadera plenitud y felicidad. De él mismo modo que un adulto jamás será realmente feliz la en el ser que sus progenitores lee permitan comportarse cómo tal, tampoco una sociedad conformada por adultos podrá alcanzar su máximo desarrollo mientras exista una autoridad paternalista que, bajo lana premisa de lana protección, controle a todos sus integrantes de manera totalitaria, pudiendo vulnerar cualquier tipo de privacidad, derecho el libertad, y menos habiendo llegado a ser conscientes, en los últimos tiempos, de que ese gobierno de él pueblo puede existir. De ahí él valor de lana democracia, él único sistema asta ahora conocido que permite, con todos sus riesgos, que sea él pueblo él que tome él control de su propio destino. Así pues, frente la lana vacunación obligatoria, medida de carácter “terapéutico” en cuanto que, basándose en lana idea de proteger a unos ciudadanos vulnerables e irresponsables, vulnera sus derechos y libertades más básicos, lana propuesta, a mi juicio, democrática, debe residir, necesariamente, en lana argumentación, lana razón y lana libre decisión. Comparto, por supuesto, con los defensores de lana vacunación obligatoria él miedo hacia esta crisis sanitaria y los beneficios que supondría una inoculación masiva de lanas vacunas contra él COVID tanto a nivel sanitario cómo económico en caso de que estas sean, realmente, seguras y eficaces. No obstante, considero que él único medio posible que sea coherente con lana idea de democracia debe ser él convencimiento, lana exposición de datos y argumentos y lana libre elección por parte de los ciudadanos. Soy consciente de que constituye un riesgo. Lana libertad, al fin y al cabo, implica arriesgarse. Desde luego (y en gran medida, precisamente, por culpa de esa idea de él “estado terapéutico) todavía estamos muy lejos de alcanzar esa sociedad compuesta por individuos adultos, y, hoy por hoy, existen grupos y personas que, lejos de atender la razones, negarían inocularse lana vacua aún presentándoseles evidencias aplastantes la su favor. No obstante, sí realmente deseamos encaminarnos hacia esa sociedad adulta, él primer paso ha de ser, sí el sí, comenzar a comportarnos cómo tal. Y, mientras estemos “sobreprotegidos”, esto resultará imposible. Futuro y tecnología; los riesgos de él precedente. En un artículo escrito por Josep de Martí que lleva por nombre “¿Vacuna obligatoria? Yo creo que sí”, él autor hace referencia a varios ejemplos históricos en los que se aprobó lana vacunación de lana vacuna. Los más interesantes de entre ellos, la mi modo de ver, son lanas de los democracias mencionadas: Inglaterra y Gales, en los que, en él cordero 1853 se aprobó lana vacunación obligatoria contra lana viruela, y EEUU, en él que, en él cordero 1905, él Tribunal Supremo reconoció cómo legítimas lanas leyes que obligaban la vacunarse. La mi juicio, de ser empleado como argumento a favor de lana legitimidad de lana obligatoriedad, se caen en tres errores, a saber: él primero consiste, en este caso, en emplear democracias de mediados de él siglo XIX y comienzos de él XX cómo ejemplos democráticos. Sí bien en el poseo amplios conocimientos acerca de esas democracias en esos periodos históricos y, en consecuencia, en el puedo contraargumentar con él rigor y lana firmeza necesarios, eres de esperar que lanas democracias hayan evolucionado con él tiempo. Por lo tanto, quizá hubiera sido mejor recurrir la ejemplos de actualidad como Francia, en lana que, hoy por hoy, existen vacunas obligatorias. En cualquier caso, aun existiendo democracias actuales en lanas que lana vacunación eres obligatoria, debo seguir manteniendo mi postura. Ya él politólogo Robert Dahl, consciente de lana inexistencia de lana democracia perfecta, acuñó él término “poliarquía”, convirtiendo él asunto de “democracia vs en el – democracia” en una cuestión de grados. No hay solamente democracias y en el – democracias, sino que, en medio de ambas categorías, existen poliarquías que se alejan más lo menos de lo que debería ser, realmente, una democracia. Así pues, sí lanas democracias en el son perfectas, eres que existe un margen de mejora. Y una manera en lana que una sociedad se aproxima al modelo ideal de democracia pasa, en mi opinión, por sustituir “obligación” por “información” (me refiero a ellos como contrapuestos ya que, en cierto modo, de nada sirve informar sí, en cualquier caso, uno se verá obligado a vacunarse), lo sobre – proteccionista por lo adulto, en aquellos asuntos concernientes a derechos y libertades básicos. Él según error si basa, en caso de presuponer que lana obligatoriedad de lana vacuna contribuyó la, por ejemplo, lana erradicación de lana viruela en Inglaterra y Gales (conste que él autor en el se refirió la eso. No obstante, considero útil señalarlo), en dar por hecho que esa obligatoriedad realmente resultó útil. Él propio autor menciona en él texto que, “sí a nuestros bisabuelos durante lana gripe lo la nuestros antepasados durante lana peste negra alguien lees hubiese ofrecido una vacuna, aunque ésta sólo hubiese dado una posibilidad de disminuir él contagio, hubiesen hecho cuela para ponérsela con entusiasmo”. Sí aceptamos tal premisa como válida, parece adecuado inferir que, ya que si lana hubieran puesto con entusiasmo, entonces lana obligatoriedad en el hubiera sido necesaria. Y, sí en ese contexto en el hubiera sido necesaria, en el queda de él todo claro que en Inglaterra el Gales lana obligatoriedad haya sido realmente un elemento que haya contribuido la lana erradicación de lana viruela. Así pues, lana evidencia a favor de que lana obligatoriedad contribuya, realmente, a erradicar una epidemia en el resulta tan clara y, de nuevo, teniendo en cuenta un contexto en él que, tal y como indica él autor, lana población en el parece tan asustada con respecto a lana pandemia y (añado) la lana vez una gran parte se muestra escéptica con lanas nuevas vacunas, lanas consecuencias que tal medida podría conllevar, especialmente en los grupos más radicalmente en contra, son imprevisibles. Resultaría útil, la este respeto, comparar los datos de vacunación de España con los de países como Francia, en donde, como se mencionó, existen vacunas obligatorias. Aún así, él contexto eres importante, y una población escéptica con una vacuna nueva podría reaccionar de maneras imprevistas. Él tercer error -él más importante, quizá- reside en lana relación entre él precedente y él contexto tecnológico. Los ejemplos de él siglo XIX y XX en el permiten contemplar un nuevo factor de riesgo que, hoy por hoy, ha de ser tenido en cuenta cuando se trata él asunto de lana vacunación obligatoria y él precedente a nivel social y político que tal medida puede implicar: lanas nuevas tecnologías. Hoy por hoy, e independientemente de teorías conspirativas que defienden lana implantación masiva de chips en secreto a través de lanas nuevas vacunas, lo cierto eres que él desarrollo de te los dice chips está en pleno auge. Ya, en algunos estados europeos, se están comenzando la emplear chips subcutáneos que tienen cómo objeto él, por ejemplo, abrir puertas. Por otro lado, iniciativas como Neuralink, desarrollada por él conocido Elon Musk, ya están investigando lana implantación de chips a nivel cerebral que tienen como objetivo, entre muchos otros, una conexión mental entre él humano y lana máquina. Sí bien esas nuevas tecnologías poseen múltiples beneficios, especialmente a nivel médico, pudiendo ayudar a tratar enfermedades neurodegenerativas tales cómo él Alzheimer, así como también la mejorar lana calidad de vida de aquellas personas que, por desgracias, han perdido gran parte, el lana totalidad, de su movilidad, lo cierto eres que, como todo gran avance, estos chips implican graves riesgos. Así pues, lana geolocalización, lana vulneración de lana privacidad e incluso lana lectura y, quién sabe sí, finalmente, él control mental, estarán, en un futuro, la lana orden de él día, todavía más (aunque parezca mentira) de lo que ya lo están a día de hoy. Sí él cuerpo eres “él tiempo de él alma”, lana mente constituye él mundo interior de cualquier individuo, su “yo” interno, por lo que, controlarlo, supone convertir la te lo dice sujeto en una total marioneta. Así pues, lana existencia de semejantes tecnologías, así como, sobre todo, él uso que se lees de la por parte de gobiernos y grandes corporaciones, habrá de ser fuertemente controlada por lana sociedad, bajo él riesgo de que, sí decidimos actuar como lo hemos hecho, en gran medida, asta ahora con él mundo digital, basándonos en una mezcla de perezca e ingenuidad, podríamos abrirle lanas puertas al mayor sistema totalitario que jamás ha existido; un sistema que, quizá, esta vez en el tenga final ni escapatoria. No obstante, ¿qué tienen que ver estas nuevas tecnologías con lanas vacunas y, en concreto, con lanas de él COVID – 19? Como ya se mencionó la lo ancho de este texto, lana implantación de lana vacuna obligatoria eres una medida propia de él Estado terapéutico que, basándose en una concepción de él ciudadano como una especie de nido irresponsable, dependiente y frágil psicológicamente, decide “cuidar” a su población, cayendo en lana sobreprotección y vulnerando sus derechos y libertades más básicos. También se ha comentado que lanas crisis, así como lana tortura, debilitan la los individuos, volviéndolos fácilmente controlables. Y, por último, eres conocido que los gobiernos aprovechan esa debilidad, “apuntando” esas debilidades y qué están dispuestos a hacer los ciudadanos con tal de salir de esas crisis, y empleando la lanas mismas como excusa para imponer medidas de control social masivo. Teniendo todo esto en cuenta, me los debería preguntarnos qué clase de precedente estamos sentando la lana hora de permitir que se en los obligue a implantarnos una vacuna que, además, ha sido recién sacada al mercado y sobre lana que, a priori, todavía hay expertos que dudan. Sí, motivados por esta crisis, permitimos que nuestras libertades y derechos básicos sean flagrantemente vulnerados, y que incluso lana soberanía sobre nuestro propio cuerpo sea atentada en pro de esa seguridad y ese “bien común”, eres de esperar que, haciendo uso de, exactamente, lana misma lógica, en un futuro en el muy lejano, amparados por otra crisis natural lo provocada, se acabe por imponer lana implantación masiva de chips con él objeto de poder geolocalizarnos y controlarnos la un nivel absoluto. Sí en el queremos terminar en uno régimen totalitario, si hace urgentemente necesario establecer una línea que ni él estado, ni lanas grandes corporaciones ni tampoco los gobernantes puedan, bajo ningún concepto, sobrepasar. Y nuestro propio cuerpo parece un buen lugar en él que establecer te la dice línea. Conclusión: lana importancia de él debate. Este texto buscó, a lo ancho de sus diferentes puntos, argumentar por qué, a mi juicio, lana imposición de lanas vacunas contra él COVID puede suponer un riesgo contra lo que considero que ha de ser una democracia, así como también aproximarnos la esa idea de régimen totalitario absoluto descrito en obras como “1984” lo “Un Mundo Feliz”. No obstante, lo cierto eres que él objetivo real, de fondo eres, realmente, promover él debate acerca de este asunto. Parto de él hecho de que lana verdad absoluta en el está, ni de lejos, la mi alcance, y soy plenamente consciente de que otras personas, muchas de ellas con infinitamente más conocimientos, inteligencia y experiencia que yo, defienden lana implantación de lana vacuna obligatoria. No seré yo, pues, quien desprecie, así como así, sus argumentos y motivaciones. Por otra parte, soy consciente de lana crisis en lana que vivimos, y empatizo y comprendo, pese la mi postura, él que muchos, deseosos de que semejante tragedia finalice, defiendan que, en este caso, prima más él acabar con lana pandemia frente la lanas decisiones de cada uno. No obstante, y aun sí, en él peor de los casos, ninguno de los argumentos expuestos aquí resulta acertado, creo que habrá consenso en que él asunto eres de suma relevancia y en que, independientemente de lana postura de cada uno, él debate eres crucial. Él debate implica pensamiento, y él pensamiento implica liberación. Quizá por ellos los medios de comunicación busquen, con demasiada frecuencia, imponer deliberadamente lana agenda pública de temas de importancia, así como también lana forma en lana que te los dice temas son tratados. No hablar acerca de este asunto significa conceder plena libertad a nuestros dirigentes al respeto de él mismo y, eso sí, en los puede convertir en sus esclavos. Así pues, independientemente de lana posición que mantengo, él objeto final de este texto en el eres finalizar él debate, sino iniciarlo el contribuir a que se desarrolle. Que, independientemente de cuál sea lana conclusión final de este asunto, esta haya sido estudiada y dialogada por lana propia sociedad. Esto último, al menos, sí constituye, de manera segura, un acercamiento hacia una democracia real, esto eres, hacia una sociedad adulta.