El Centro Galego de Buenos Aires, entidad emblemática de la diáspora gallega en el mundo, que tuvo en su centenaria vida institucional una actuación consecuente de defensa y promoción social, cultural y económica de la Galicia territorial y de la emigración porteña, hoy requiere de la ciudadanía gallega una posición firme de defensa ante el peligro de su desaparición.
Atendiendo al anterior, los gallegos y gallegas queremos hacer un llamamiento a la sociedad y a nuestros representantes políticos (Xunta de Galicia, Parlamento Gallego, Real Academia Galega, Consello da Cultura Galega, universidades gallegas y otras instituciones y colectivos sociales y culturales de Galicia y de la diáspora) con el objetivo de destacar a trascendental importancia que supone el hecho de conservar unido todo el patrimonio inmobiliario, artístico y cultural que conforma el Centro Galego de Buenos Aires.
En la defensa de este enorme acervo material e inmaterial común a los gallegos y gallegas de acá y acolá, queremos y debemos ser respetuosos con las leyes argentinas que protegen sus bienes artísticos y culturales, con la colectividad gallega del mundo, que conforma una Galicia universal ajena a colindantes artificiales y, al mismo tiempo, con las decisiones soberanas de las agrupaciones del Centro Galego que trabajan a destajo en la resolución de este conflicto que compromete gravemente la prestación médica de calidad y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Del mismo modo, respetamos nuestro sentir sobre la tradición mutualista, cultural, solidaria, galleguista y republicana que durante la larga noche del franquismo supo mantener encendida la luz de la palabra, de la razón, de la democracia, de la convivencia y de la hermandad con la Tierra Madre. Esa enorme tradición comunitaria de trabajo, que brindamos a la cultura del país de acogida, es enteramente nuestra, enteramente gallega, y se manifiesta en el patrimonio que queremos proteger y proyectar con fachenda hacia el futuro.
Por todo esto, los gallegos y gallegas demandamos de la Xunta de Galicia y mismo del Gobierno español —a través del Ministerio de Asuntos Exteriores— actuaciones concretas delante del Gobierno argentino encaminadas a solucionar definitivamente el gravísimo problema por lo que atraviesa la centenaria institución. Reclamamos, en primer lugar, voluntad política para preservar y garantizar la atención médica de calidad de los actuales socios y socias y la protección del patrimonio artístico, documental, bibliográfico, editorial... y solicitamos esfuerzos para consensuar una solución que impida la demolición y la especulación inmobiliaria de un predio que debe seguir siendo referente de Galicia en Buenos Aires.
La simbología del edificio y la función sanitaria, social y cultural del actual Centro Galego ofrece muchas y muy variadas posibilidades para que a Galicia del siglo XXI siga siendo una de las identidades que conforman la capital porteña, a grande cosmópole —como le llamó Otero Pedrayo— que acogió a millares de gallegos y gallegas, orgullo de nuestra estirpe en el mundo, símbolo histórico de la galleguidad universal, corazón de Galicia y sangre nutricio de la República Argentina.
Santiago de Compostela, 21 de marzo de 2018