• El presidente del Parlamento de Galicia ejerció como delegado regio en la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, una tradición que cumple 375 años
• Señala la crisis demográfica como un de los grandes desafíos del momento y reclama “condiciones idóneas para que criar y educar a los hijos deje de ser una osadía para sus progenitores”
• Aboga por una “política migratoria consensuada, blindada frente a bandazos tacticistas o brotes xenófobos”
• “Que España encuentre un camino de concordia, en el que todas las sensibilidades tengan acomodo dentro del respecto a la ley, donde la diversidad ideológica, cultural, lingüística, histórica, económica o de género sean siempre factores de enriquecimiento y jamás de ruptura o enfrentamiento entre
iguales”
• Lamenta los casos de corrupción y apunta que “con independencia de los hechos que deben juzgar los tribunales, resulta imprescindible que todos pidamos disculpas -con responsabilidad o sin ella- por los errores cometidos y seguir reforzando los mecanismos de prevención”
Santiago, 25 de julio de 2018.- El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices Vieira, presentó hoy, en representación del Rei Felipe VI, la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, una tradición que cumple 375 años.
Durante su intervención, pronunciada en el transcurso con una ceremonia litúrgica celebrada en la Catedral de Santiago, el oferente reclamó “consenso” y “fórmulas imaginativas” a los dirigentes políticos para afrontar desafíos como la preservación del Estado de bienestar o la crisis demográfica.
“Preservar la viabilidad del Estado de bienestar- que se manifiesta través de la sanidad, la educación, los servicios sociales, la atención las personas en situación de vulnerabilidad, el sistema público de pensiones y tantas otras prestaciones- constituye una obligación moral que a todos concierne/concerne”, dijo Santalices. “Se trata de una meta difícil, pero alcanzable”, añadió.
Conciliación como prioridad
Respecto a la crisis demográfica, “que compromete nuestro futuro”, el delegado regio consideró que “crear las condiciones adecuadas para que criar y educar a los hijos deje de ser una osadía para sus progenitores es una necesidad imperiosa; facilitar la conciliación debería ser una prioridad en cualquier contorno laboral”. Porque “sin niños no hay futuro”.
El presidente del Parlamento refiriera a la crisis migratoria como otro de los retos actuales. Apuntó que Europa “echa de menos una política migratoria consensuada, blindada frente a bandazos tacticistas o brotes xenófobos; medidas ambiciosas que contemplen a los migrantes como personas, que busquen la integración y huyan de los guetos, que apuesten por la educación que inmunice frente a hipotéticas e indeseables radicalizaciones”.
En una invocación abarrotada de contenido social, Santalices Vieira tuvo presentes a las familias, a las personas migrantes, a las afectadas por la crisis, a las personas con adicciones o a las que padecen alguna dolencia. “Aliviar el padecimiento físico y psicológico del enfermo –agregó- y ofrecer cuidados paliativos a quién el necesite al final de la vida se erige en una obligación moral frente a la que no resultan admisibles los atajos”.
Mandato ético frente a los incendios
El delegado regio habló también de la amenaza que suponen los incendios forestales y apuntó que “hacer cuanto esté a nuestro alcance para prevenirlos, cumplir el ordenamiento jurídico y mantener una actitud vigilante frente a este tipo de delincuencia constituye un mandato ético inexcusable para todas las personas de buena voluntad”.
Reiteró Santalices la condena social frente a la violencia de género, un drama que a su juicio, requiere “un enfoque global, más allá de los recursos institucionales; un enfoque que cuente con la implicación de particulares e instituciones, que comience en el hogar y en la escuela, y corrija conductas inapropiadas que en ocasiones se desencadenan a partir de patrones observados en la propia red”.
Honrar la memoria de las víctimas
En la Ofrenda al Apóstol, el presidente del Parlamento recordó a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois, a las víctimas del terrorismo y de cualquier otra forma de violencia. “Perpetuemos y honremos su memoria, la memoria de todas las víctimas”, dijo.
Para Galicia, Santalices pidió “seguir transitando por sendas de entendimiento, estabilidad y crecimiento económico que a todos extienda sus efectos positivos”.
El delegado regio tuvo presente en su invocación a la juventud, “para que se impregne de valores humanos y, una vez concluida la etapa formativa, encuentre un futuro laboral estable que le permita formar una familia y construir una sociedad mejor”; y también a los mayores “para que después de una vida de trabajo y sacrificio, pidan disfrutar de su otoño vital con plenitud y serenidad, en un contorno de respeto, cariño y reconocimiento a su legado”.
El oferente fijo votos “por cada un de los españoles y gallegos -también cuantos ejercemos responsabilidades públicas- para que en los esforcemos por actuar con rectitud y honestidad, en la búsqueda de una sociedad más justa, armoniosa e inclusiva”.
Para el rey Felipe VI, el presidente del Parlamento deseó “que continúe ejerciendo sus responsabilidades a tino, moderación y eficacia, al servicio de una España que sea hogar común para todos sus habitantes”.
España como espacio de concordia
En esta línea, señaló que “queremos una España que sea quienes de encontrar un camino de concordia, en el que todas las sensibilidades tengan acomodo dentro del respecto a la ley, donde la diversidad ideológica, cultural, lingüística, histórica, económica o de género sean siempre factores de enriquecimiento y jamás de ruptura o enfrentamiento entre iguales”.
“Una España –agregó Santalices- en la que todas y todos disfrutemos de los mismos derechos y tengamos acceso a prestaciones y servicios públicos similares, con independencia de la edad o lugar de residencia”.
Pedir disculpas
El presidente del Parlamento de Galicia fijo también referencia a los casos de corrupción que afectan a la credibilidad de las instituciones. “Con independencia de los hechos que deben juzgar los tribunales, resulta imprescindible que todos pidamos disculpas –con responsabilidad o sin ella- por los errores cometidos y seguir reforzando los mecanismos de prevención para impedir que acciones de este tipo podan repetirse en el futuro”.
Recordó Santalices que a la vez que la festividad litúrgica del Apóstol Santiago, desde hace 99 años se celebra el Día de la Patria Gallega y, en fechas más recientes, el Día de Galicia; “una fiesta patriótica, patrimonio de todos, al igual que esta solemne ceremonia religiosa”. El presidente del Parlamento remató su invocación deseando “que estas y cualquier otra celebración sean siempre fuente de unión en el esencial para sérmelos mejores”.
Rematada la ceremonia en la Catedral, el presidente del Parlamento se dirigió al Pazo de Raxoi, donde firmó en el libro de oro de la ciudad y asistió a la recepción ofrecida por el
Ayuntamiento de Santiago en la honra del delegado regio.
Saludos, Gabinete de Comunicación del Parlamento de Galicia.