• Asegura que esta crisis política, que el propio Partido Socialista provocó, acabó estallándoles en las manos

 

Santiago, 28 de agosto de 2008.- Luego del anuncio del presidente de la Xunta de no adelantar las elecciones a otoño, el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aseguró hoy, en rueda de prensa que ‘por fin, entre todos, conseguimos que el señor Touriño rectifique’, y mostró su alegría de que el presidente del Ejecutivo autonómico ‘tomara la decisión menos mala para los intereses de nuestra Comunidad’. ‘Creemos que, en el actual contexto, -afirmó- es bueno que el señor Touriño aclarara, como le venía demandando la sociedad gallega y el PPdeG, el calendario electoral’.

El líder de los populares gallegos considera que con esta decisión, el presidente de la Xunta busca aun un poco de tiempo para hacer algo útil con su gestión. ‘Esperemos que cuándo dice ‘agotarei la legislatura’ se refiera a su tiempo en la presidencia de la Xunta y no a la paciencia de los gallegos que lamentablemente creemos que está a punto de agotarse’, matizó.

UNA CRISIS CON UN DOBLE EFECTO
Feijóo aseguró que esta crisis política, creada por el señor Touriño y por el señor Blanco, produxo un doble efecto: ‘introdujo una fuerte incertidumbre, durante semanas, sobre la estabilidad política de Galicia, en el momento en el que la crisis económica comienza a golpear duramente;  y sirvió para distraer la atención de los miembros de un gobierno que, en vez de estar en debates partidarios estériles deberían estar al frente de la situación, tratando de resolver los serios problemas que Galicia tiene delante de sí’.

Asimesmo, subrayó que esta crisis, que ellos mismos propiciaron, les acabó estallando en las máns. ‘Touriño y Blanco vieron que las encuestas reflejaban que con el adelanto electoral el riesgo de perder el gobierno era aún mayor y volvieron al escenario inicial de celebrar las elecciones autonómicas en el mes de marzo’.

UN GOBIERNO Y UN PARTIDO DIVIDIDO
Para Feijóo, con la mera existencia del debate sobre el adelanto, y las declaraciones cruzadas de los miembros del gobierno, queda constatado no solo que el gobierno se encuentra dividido, no ya entre socialista y nacionalistas, sino ahora también dentro de los propios socialistas, como hoy reconocía el propio Touriño al decir que ‘había aguantado las presiones de su propio partido’.

Una vez resuelto el calendario electoral, Feijóo pidió al presidente de la Xunta que ponga a funcionar a su Gobierno para resolver los problemas de Galicia. ‘Toca –dijo- hablar de Galicia; intentar que falda de la crisis económica, y buscar soluciones razonables ante el reto del debate de la financiación autonómica’.